PARA PENSAR Y ACTUAR
Una
mañana al salir de mi casa para ir a estudiar me desilusioné con tanta basura
que había a las afueras de mi colegio “La
Sagrada Familia”; la basura estaba por todas partes y para no chocar con ella, tuve que salir del andén para seguir caminando por
la calle, así pude llegar a estudiar.
Al entrar no sólo había basura en las afueras,
también al interior se veía. Al salir a
descanso varios estudiantes botaban
papeles y envolturas en el suelo y las señoras del aseo la tenían que
recoger; al salir ni se diga… por la puerta peatonal del colegio
también había mucha basura. A la salida… además de triste quedé aterrada.
Había
pañales sucios, botellas de plástico, cáscara de mangos, servilletas sucias,
envolturas de todo tipo de comidas, cáscaras de plátanos, ladrillos partidos,
hasta tejas ahí botadas afuera del colegio, el olor, obvio horrible. Observé a las padres y estudiantes pasar, miraban eso con desagrado, sin saber que somos nosotros mismos son los que provocamos eso. Por qué lo
permitimos? Donde están las personas con inteligencia ecológica? Dónde están
los encargados de vigilar? Dónde están las enseñanzas recibidas?
No todos
los colegios presentan esta
problemática, fui a observar otros colegios cercanos, y esos no tenían tanta basura como en el que
yo estudio. Tal vez porque los otros colegios son más pequeños; pero fui a mirar los colegios grandes como el Liceo
Nacional y el colegio San simón, a las afueras de estos colegios sí, había algunas envolturas de comidas tiradas en
el suelo, pero no estaban como el colegio donde yo estudio. Me pregunto por qué?
Escribo porque quiero mi Sagrada Familia como mi segundo hogar y
tenemos que cambiar. Me acordé que días antes de yo tomar algunas fotos, los
del Sena con los del grado once habían limpiado el colegio y habían recogido
hojas para que el colegio estuviera limpio, tanto por dentro, como por fuera….y sigo preguntando qué nos pasa?
Todos
los días los estudiantes antes de salir del colegio hacemos el aseo, a algunos no les gusta y se van para no
hacerlo, otros lo toman de manera
desagradable. Al escuchar al monitor o monitora de aseo informar a quien le
corresponde el aseo, varios se ponen mal. Se oyen expresiones como.. “No… hash,
hoy me toca”, “no quiero hacer el aseo”, sin embargo lo hacen pero…. .
Al
final todos los salones quedan limpios, listos para entregárselos a los de la
jornada de la tarde. Apenas entran los estudiantes de la jornada de la tarde
comienzan a ensuciar el salón. No aprecian lo que hicieron los de la mañana, antes
de ellos salir también hacen el aseo para que los de la jordana de la nocturna
puedan entrar. …..entonces qué pasa?
Los
estudiantes deberíamos pensar de forma diferente, deberíamos hacer con amor el aseo para poder ver el colegio más
limpio; aunque se haga el aseo siempre
va se ve desaseo en el colegio por dentro y por fuera, y no
sólo es en el colegio también este problema se ha generalizado en toda la ciudad de Ibagué.
Podemos
tener una Ibagué limpia si se comienza por limpiar los desechos que hacen nuestras mascotas o simplemente botando el papel en la
caneca correspondiente.
Conclusión:
Invitación a la comunidad de nuestra zona para que no botemos basura, amemos el
colegio, nuestra casa, nuestro
segundo hogar.. Así tendremos una ciudad más limpia y por supuesto mejor salud y
embellecimiento de la ciudad.
Autora:
Kaling Hou Li
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